Es la disminución de la audición. Afecta al 25-40% de los mayores de 65 años y al 80% de los mayores de 85.
Ante una supuesta Hipoacusia el Médico de Familia debe abordar las siguientes cuestiones:
- En primer lugar, si el paciente se queja de que oye mal, o responde afirmativamente a la pregunta ¿tiene dificultad para oir? ya de por sí presenta una alta sensibilidad para hipoacusia (71%) (grado de recomendación A).
- Para confirmarla, en atención primaria, la más recomendada es la "Prueba de la voz susurrada" (Grado de recomendación A).
- Posteriormente habrá que intentar focalizar la lesión, que por su localización pueden ser de dos tipos:
.. Hipoacusia neurosensorial o de percepción: con lesión en la cóclea o vía nerviosa. Son las más frecuentes y suelen ser irreversibles.
.. Hipoacusia de transmisión o conducción: el origen de la lesión está en el oído medio o externo. La mayoría son potencialmene curables.
Para distinguirlas, la simple observación del tono de voz del paciente nos puede orientar, ya que el paciente con pérdida neurosensorial habla en voz alta porque tiene dificultad para oirse a sí mismo. Pruebas más instrumentales son la de Weber y la de Rinne.
- Para valorar la gravedad de la pérdida auditiva disponemos del "Test de discapacidad auditiva (HHIE-S)" que estudia la repercusión de la pérdida auditiva, en la calidad de vida, en personas mayores.
- Y no olvidemos que, en el grupo de las hipoacusias unilaterales, pueden encontrarse algunas potencialmente reversibles pero también las más graves.
Debajo dejo una revisión sobre el tema publicado en AMF en 2011.
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