La Migraña o Jaqueca es una cefalea idiopática, de prevalencia familiar, que se caracteriza por ataques o crisis recurrentes de dolor de cabeza, de intensidad moderada-severa, a menudo unilateral y púlsatil, asociada a síntomas vegetativos como náuseas, vómitos, fotofobia y fonofobia, y con exacerbación ante movimientos cefálicos o esfuerzos físicos.
Es un problema importante ya que afecta al 17% de las mujeres y el 6% de los hombres, y en aproximadamente la mitad de los casos les ocasiona reducción de la actividad laboral o escolar.
El inicio de la migraña suele producirse antes de los 40 años, pero lo habitual es que lo haga en la segunda o tercera décadas de la vida.
Las crisis se pueden desencadenar por diversos factores, tanto dietéticos (vino tinto, queso) como ambientales (ruido, olores), psicológicos (estrés, depresión), hormonales (menstruación) y/o farmacológicos (estrógenos). No obstante, el principal reconocido es el estrés y más aún, el momento en que éste cesa.
Según la clasificación de la International Headache Society (IHS) se distinguen varios tipos, siendo los más frecuentes, la migraña sin aura, la migraña con aura y la migraña crónica. Esta última se caracteriza por episodios de cefaleas que aparecen 10 o más días al mes, durante más de 3 meses consecutivos, en ausencia de abuso de medicación, y al menos durante 8 días los rasgos clínicos de la cefalea deben ser compatibles con los de una migraña. Es un grupo de pacientes en el que debemos evitar el abuso de tratamientos sintomáticos e instaurar fármacos preventivos.
Para tratar la crisis aguda de migraña existen varios medicamentos disponibles:
- Para los casos leves o moderados se consideran de primera elección los antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno, naproxeno, que tienen mayor eficacia e inducen menos cefalea por abuso que los analgésicos) y las asociaciones de cafeína con analgésicos (Excedrin®).
- En casos moderados a severos la primera opción serían los triptanes. También se considera razonable el uso de compuestos con ergotamina (Hemicraneal®) sobre todo si ya han sido efectivos previamente.
Los triptanes son los únicos que además actúan sobre los síntomas asociados a la migraña (náuseas, vómitos, fonofobia y fotofobia). Aunque comparten mecanismo de acción cada uno ofrece ligeras diferencias: El Sumatriptán (Imigran®) se puede usar en niños mayores de 5 años y adolescentes, Zolmitriptán (Zomig®) en migraña estándar, Rizatriptán (Maxalt®) en migraña intensa de corta duración, Eletriptán (Relpax®) en migraña intensa de larga duración, Almotriptán (Almigran®) en migraña estándar y cuando hay efectos secundarios con otros triptanes. Recordar que estos fármacos se deben evitar en pacientes con antecedentes de cardiopatía isquémica, arteriopatía periférica, hipertensión arteria no controlada y gestantes.
Se debe valorar el instaurar un tratamiento preventivo, principalmente, en aquellos pacientes con frecuencia elevada de ataques de migraña (2-3 o más al mes) que producen un impacto en la calidad de vida del paciente. Para este propósito podemos optar por varias opciones: Bloqueadores beta (Propanolol, si Hipertensión arterial, Temblor o Angor), Antidepresivos (Amitriptilina, si depresión, ansiedad o Cefalea tensional), Antiepilépticos (Topiramato, si epilepsia o sobrepeso), Antagonistas del calcio (Flunarizina, si anorexia o insomnio) y Antiinflamatorios no esteroideos (Ibuprofeno, Naproxeno, si migraña menstrual).
Dejo artículo de AFP de 2011.