lunes, 2 de julio de 2012

Preeclampsia-Eclampsia.

     Los trastornos hipertensivos del embarazo son frecuentes y contribuyen al aumento de la morbimortalidad materno-fetal, estimándose que un 10% de las mujeres tendrán aumento de la tensión arterial (TA) en algún momento de su embarazo.
     Entre las formas principales de este aumento de TA podemos considerar:
     - Hipertensión gestacional: Cuando en una gestante, previamente normotensa, aparecen valores de TA iguales o superiores a 140 de sistólica y/o 90 de diastólica, a partir de la semana 20 de embarazo, con valores de proteinuria negativos.
     - Preeclampsia: Si a lo anterior le añadimos Proteinuria, detectada, incluso, por la positividad de una tira de orina.
     - Eclampsia: Si además se presentan convulsiones generalizadas que no pueden atribuirse a otras causas.
     La etiología de la Preeclampsia aún se desconoce.
     Se consideran factores predisponentes la primiparidad, ser adolescente o mayor de 35 años, antecedente familiar de preeclampsia, antecedente personal de diabetes, hipertensión arterial o enfermedad renal, obesidad, embarazo múltiple, síndrome antifosfolípido, déficit de proteínas C, S o antitrombina, entre otros.
     El cuadro clínico se caracteriza por los referidos aumentos de TA y proteinuria, siendo frecuente además la presencia de edemas en manos y en cara-párpados (se considera normal durante el embarazo un leve hinchazón de tobillos y pies), cefalea, acúfenos, dolor abdominal en hipocondrio derecho y/o alteraciones de laboratorio (trombopenia e hipertransaminasemia).
     Como complicaciones hay que considerar el Síndrome de Hellp, desprendimiento prematuro de placenta, convulsiones, insuficiencia renal aguda, coagulación intravascular diseminada, edema agudo de pulmón, ictus, y estado de coma. 
     Ante la sospecha clínica es importante la remisión de dicha paciente al centro hospitalario de referencia, a la mayor brevedad posible.
     Recordar que para el control de la TA estable a nivel domiciliario se pueden usar la Alfametildopa, Hidralazina y Nifedipino. Si hubiese convulsiones el fármaco de elección es el Sulfato de Magnesio, y si no contásemos con él podríamos utilizar Fenobarbital (una ampolla de 330 mg IM o IV cada 12 horas) o Difenilhidantoína sódica.
     Dejo artículo de PME de 2006.





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