La conducta acumuladora se caracteriza por la acumulación de objetos, con o sin valor y/o por la incapacidad para tirar los que han llegado a ser inútiles. Cuando esta conducta causa problemas personales, económicos o familiares, podemos llamarla patológica.
Podemos distinguir distintos tipos de conducta acumuladora:
1- Conducta acumuladora normal del coleccionista: En este caso los objetos suelen tener un valor y son intercambiables con otros coleccionistas y se almacenan de forma ordenada. Hay determinados coleccionistas que son claramente enfermos obsesivos o, al menos, personalidades obsesivas.
2- Conducta acumuladora pasiva o falsa conducta acumuladora: En estos casos no hay una intención de acumular objetos, lo que existe es una incapacidad de desprenderse de la basura a causa de una discapacidad física o psíquica (demencia, depresión, alcoholismo, esquizofrenia, etc).
3- Síndrome de Diógenes: Se caracteriza porque afecta a personas de edad avanzada, acumulación de objetos inservibles (papeles, basura), autonegligencia, aislamiento social, rechazo de la ayuda externa (a veces hostilidad), con ausencia aparente de enfermedad mental.
4- Conducta acumuladora como una conducta compulsiva: Presente en una parte de los pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Los sujetos con síntomas de acumular objetos tienen grados mayores de psicopatología y peor respuesta al tratamiento, tanto farmacológico (paroxetina) como psicoterapéutico (cognitivo-conductual).
5- Conducta acumuladora como consecuencia de la compra incontrolada: La compra incontrolada u oniomanía es una compra repetitiva, crónica, que es difícil de parar y que produce consecuencias desagradables para el comprador (problemas económicos, sociales, familiares, etc.). Puede obedecer a cuatro etiologías:
- Compra compulsiva: Dentro de un TOC.
- Compra incontrolada como mecanismo de escape de sentimientos depresivos: La distimia es el tipo de depresión que con más frecuencia se asocia a esta compra.
- Compra incontrolada como una adicción: Con desarrollo de dependencia psicológica y tolerancia (compras cada vez más cuantiosas y frecuentes).
- Compra incontrolada como un trastorno de control de impulsos (impulsiva): el impulso a comprar es súbito ("compra ahora"), generalmente con estímulo visual, ocupa todo el pensamiento ("no puedo quitármelo hasta que compro"), carácter sincrónico ("si no lo compro ahora no podré comprarlo nunca"), propiedades hipnóticas del objeto ("parecía que los zapatos me decían cómprame"), con satisfacción por la compra.
6- Conducta acumuladora como una conducta estereotipada (coleccionismo forzoso): Similar a la que puede aparecer en los tics y movimientos estereotipados. Presente en algunos pacientes con lesiones cerebrales frontales.
7- Conducta acumuladora fetichista:
8- Síndrome de Noé: Se define como el acúmulo de animales domésticos, principalmente perros y gatos, en el domicilio propio, junto con intentos obsesivos de mantener e incrementar su número, acompañado del fracaso de mantener el mínimo cuidado de éstos y de la nula conciencia de la anomalía de esta conducta y de sus consecuencias para los animales (desnutrición, enfermedad y muerte). Comparte con el síndrome de Diógenes el aislamiento social, el rechazo de la ayuda externa, a veces con hostilidad, y la ausencia aparente de enfermedad mental, aunque se acompañe de trastornos de la personalidad. En estos pacientes son muy frecuentes las historias de abuso, negligencia o abandono de las figuras paternas, habiendo sugerido que los niños criados en familias desestructuradas podían usar el animal doméstico como un sustituto de apego a una figura humana.
Os dejo un artículo publicado en Psiq Biol en 2009.
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