lunes, 28 de noviembre de 2011

Trastorno de estrés postraumático (TEPT).

     El Trastorno de estrés postraumático (TEPT) es el desarrollo de unos síntomas característicos,  que duran más de un mes, juntamente con una dificultad para llevar una vida diaria normal, después de la exposición a una experiencia que constituyó una amenaza para la vida.
     No es necesario que el propio paciente sufra lesión física, sino que puede padecerlo después de haber visto que otras personas, como un familiar o amigo, sufren un daño.
     El TEPT puede afectar a personas de cualquier edad, incluso niños, siendo más frecuente en mujeres.
     Hay personas que están más en riesgo de sufrirlo: las afectadas por la guerra (tanto civiles como militares), las que han sido violadas o víctimas de abuso sexual o físico, las que han estado involucradas en desastres naturales (terremoto, tornado), tras accidentes automovilísticos y aéreos, o en delitos violentos (robo, tiroteo).
     Los síntomas que pueden presentar se asocian en tres grupos:
     - Evocación/intrusión: reviviscencias del trauma que se presentan de forma inesperada, bien como reacciones físicas tipo taquicardias, o en forma de pesadillas.
     - Evitación/letargo: evitando lugares, personas, actividades que recuerdan el trauma, o sentirse paralizado sin emociones, apartándose de los familiares y amigos, incluyendo el abuso del alcohol o de otras drogas.
     - Hiperexcitación: sentirse excesivamente alerta, sobresaltarse con facilidad, tener arranques de ira repentinos, problemas para dormir.
     Este trastorno tiene la peculiaridad de que ocurre siempre después de un evento traumático importante, por lo que existe la posibilidad de su prevención, aunque no hay indicadores claros de qué personas van a desarrollarlo. Por ello ya nos hemos acostumbrado a que se envíen grupos de psicólogos a los lugares tras cualquier tipo de desastre, con el fin de prevenir el TEPT tanto en los supervivientes como en los familiares y allegados.
     En el tratamiento del TEPT, dentro de la Psicoterapia, destaca la Terapia conductual cognitiva realizada por un psiquiatra, psicólogo u otro profesional capacitado, que puede ayudar a modificar las emociones, los pensamientos, y puede facilitar el manejo del pánico, la ira y la ansiedad. Dentro de los fármacos, las principales evidencias positivas las tienen los Inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), y más concretamente la Paroxetina. En segundo lugar podemos hablar de la Mirtazapina.
     Concluyo comentando que tengamos presente esta patología en nuestra consulta diaria pues ya hemos visto que no sólo se presenta en casos de grandes catástrofes.
Dejo un artículo de Rev Bras Psiquiatr de 2003 más una Revision farmacológica Cochrane de 2008.

No hay comentarios:

Publicar un comentario